Fueron los fósiles encontrados en la "Feldhofer Grotte", una cueva situada
en el valle del río Neander, cerca de Dusseldorf (Alemania), los que dieron
nombre a esta especie de la que después se han encontrado tantos restos
por toda Europa.
De hecho "Neander-thal" significa valle del río Neander.
Hoy en español se ha generalizado escribirlo sin "h": Neandertal en vez de
Neanderthal.
Aquellos restos fueron catalogados por el anatomista William King
como Homo Neanderthalensis y eran varios: unas costillas, una
escápula, parte del hueso ilíaco, dos fémures y una
calota, etc. Fueron hallados ya en 1856, antes incluso de
la aparición de la obra, El origen de las especies, de Darwin, que fue publicada
en 1859. En efecto, estos fósiles dieron el nombre a la especie, pero no fueron
los primeros en aparecer porque ya en 1829 en Bélgica se había encontrado el
cráneo de un niño de dos años y medio y en 1848 en
Gibraltar fueron
hallados restos fósiles que después se vio pertenecían al Neandertal y de
los cuales no se tenía explicación o se daban explicaciones pintorescas.
  La fecha en la que hicieron su aparición,
no ya los fósiles, sino los Neandertales es muy
confusa. Existen datos no coincidentes, pero seguramente eso suceda porque
no fue una irrupción o una oleada masiva, sino que su aparición fue gradual y
no en todos los sitios por igual. En cualquier caso aunque no existe
unanimidad se baraja una horquilla de entre 350.000 - 230.000 años. Sin
embargo, hay algunos antropólogos que consideran
que los neandertales no
hicieron su aparición hasta hace 150.000 años.
Tan difícil como determinar la fecha de su aparición es
determinar la fecha de su extinción. Parece ser que no hace mucho que se
extinguieron, hace tan sólo unos 25.000 ó 30.000 años. Más adelante
diremos por qué creemos que se extinguieron. Llegaron a convivir con el
Homo Sapiens. No sabemos casi nada de cómo habría sido
esa convivencia, aunque cada vez estamos sabiendo muchas más cosas. Se han escrito
muchas novelas y se
han realizado incluso algunas
películas que intentan
dar distintas visiones posibles de esa "conviencia". En algunas
de ellas se acierta a describir cómo eran los neandertales. Estos, cada vez
más, ya no se presentan como unos hombres brutales o simiescos aunque sí eran muy robustos, muy fuertes y corpulentos.
Medirían alrededor de 1,60 o 1,70 m. Y si eran así es porque había una
razón adaptativa. La evolución no hace nada en vano.
  Conviene
recordar el hábitat en el que vivieron estos hombres. Estamos
en plenas
glaciaciones, ¿cómo es que lograron colonizar latitudes tan al norte y tan frías?
No olvidemos que controlaban el fuego con relativa
precisión. Por otra parte también sabemos que su cuerpo había logrado adaptarse al clima frío. ¿Y qué cuerpo resiste mejor el frío? ¿Qué estructura
anatómica ha de tener? Sabemos por la regla de
Bergman-Allen que los animales de sangre caliente tienden a ser más voluminosos y a
parecerse tanto más a una esfera cuanto más frío sea el clima en el que
habiten. Es decir su extremidades tenderán a ser más cortas y ellos menos
esbeltos. Otros antropólogos manifiestan que muchas de estas características
obedecen más a la deriva genética que supone el aislamiento geográfico que a
una adaptación al frío.
Características morfológicas:
Sus huesos tenían unas paredes muy gruesas, sus articulaciones son grandes y
con unas prominencias que indican que los músculos que allí se insertaban
eran muy potentes. Todo ello indica, como ya dijimos, que eran
hombres muy corpulentos, y ya mencionamos por qué no podía ser de otra
forma. Pero además las proporciones de los brazos y las piernas son
diferentes a las nuestras. Sus piernas y sus antebrazos eran más cortos y su caja torácica
más alargada en forma de campana. La pelvis era ligeramente prominente y el hueso del pubis es más delgado que el
nuestro. En su conjunto eran más anchos que nosotros y no tendrían
una cintura tan esbelta.
Las características craneales también son ostensiblemente
diferentes a las nuestras. Si un Neandertal vestido de traje lo
viéramos paseando por alguna de nuestras ciudades actuales no pasaría
desapercibido. Su neurocráneo
es bajo y la frente no es vertical como la del Sapiens, es huidiza,
a pesar de todo tienen
un gran volumen craneal, en algunos casos mucho mayor que el nuestro. Si la
media actual de Homo Sapiens es de 1450
cm3 los Neandertales llegan a tener hasta 1700 cm3.
Además la forma del cráneo es característica, tiende a la
dolicocefalia y termina en un "moño
occipital" y debajo está la
fosa suprainíaca.
La cara es muy grande y al no tener una frente
levantada parece mayor aún. Manifiesta un
prognatismo medio
facial característico. Es decir, que lo que más sobresale de la
cara no son las mandíbulas, sino la zona media de la cara, la zona de la
nariz. La apertura nasal es muy grande y también las
crestas supraorbitales.
Se trata de una arquitectura ósea característica y adaptada para soportar la
presión de la fuerte masticación de productos duros o correosos. La
mandíbula inferior no tiene mentón
y presenta un espacio típico entre la última muela y la rama ascendente de
la mandíbula conocido como "espacio
retromolar".
Se ha encontrado el hueso
hioides en algunos yacimientos,
por ejemplo en el de Kebara en Israel, y no difiere esencialmente del
nuestro. Esto ha hecho que surjan ríos de tinta sobre si los neandertales
hablaban o no. Anatómicamente sí podía hacerlo según parece. Pero es extraño
que no hayamos encontrado en los yacimientos restos simbólicos. Dice
Tattersall, un famoso
antropólogo, que "tenían una cultura esencialmente libre de símbolos",
lo cual quiere decir que les faltaría la capacidad intelectiva para
interpretar simbólica y lingüísticamente el mundo que les rodeaba. En cambio,
el Homo Sapiens es el creador de pinturas rupestres, de símbolos
lingüísticos y no de meros iconos. Todo ello enseguida nos muestra que el
Sapiens sí tenía
capacidad de abstracción e interpretación simbólica y lingüística. Hay
quien mantiene que lo más cercano a la abstracción y al
simbolismo al que
llegaron los Neandertales fueron los enterramientos que practicaron. Si
enterraban a sus muertos, dicen algunos paleoantropólogos, es porque
es posible que supusiesen un vida futura
o un más allá. Pero no está tan claro. Sí parecían, en efecto,
manifestar un gusto estético, reunían conchas, echaban flores a los muertos,
etc. pero
esos hechos no tienen por qué interpretarse de manera
simbólica. Es más, cabe hacer una interpretación más simple, más
sencilla, más etic y más materialista: enterraban a sus muertos porque
los muertos huelen. Atribuir simbolismo a los enterramientos es
deducir demasiado. Es posible incluso que los primeros enterramientos sean
no de hombres, sino de osos, o de cabezas de osos y esto sí que es posible
interpretarlo desde un punto de vista
numinoso o religioso.
 
Y ahora una curiosidad
como la de Caperucita, ¿por qué los neandertales tenían una nariz tan grande y ancha?
La mayoría de antropólogos mantienen que es una adaptación al
clima frío propio de las épocas glaciales en las que vivió. De
ese modo una nariz grande con una gran superficie y llena de capilares
sanguíneos servía para calentar el aire frío y seco antes de ser inhalado. Sin embargo,
esto no
nos parece una buena explicación porque entonces los esquimales actuales,
bien adaptados al frío polar, también tenían que tener una narices grandes y
no es así, sino que más bien es todo lo contrario, los esquimales son
chatos. Y además, cuanto más larga y grande tuviesen la nariz
más posibilidades tendrían de que se les congelase. Es más, al menos la
anchura de la nariz es más propia de las razas
de climas cálidos. Las razas negroides tienen la nariz muy ancha. Su anchura
o su tamaño no parece que esté directamente relacionada con el clima, sino
más bien con la necesidad de oxigenar un cuerpo tan grande.
La filogénesis de los neandertales es menos
discutida que la de otras especies. Parece haber casi unanimidad en
considerar que el Neandertal es un hombre que evolucionó en Europa a partir
del Heidelbergensis. Lo que no está tan claro es cuándo se produjo
la
escisión o la separación entre el Heidelbergensis y el Neandertal. A partir de los restos paleoantropológicos, la mandíbula de Mauer,
el cráneo de Arago, etc., parece que la
especiación tuvo que
producirse hace aproximadamente 550.000 años. Esta cifra aunque no coincide
exactamente sí se acerca a la estimada a partir de los estudios genéticos
realizados a partir del material genético extraído de huesos de neandertal.
Ha sido hace poco, en 1997 cuando Svante Páábo y Mark Stoneking extrajeron
por primera vez ADN de un humero de Neandertal. Comparándolo con el ADN de
varias poblaciones del hombre actual llegaron a la conclusión de que la
separación se habría producido hace aproximadamente 670.000 años. Además,
hoy, cada vez, más los expertos se inclinan por considerar que sí hubo intercambio genético
entre el hombre de Neandertal y el Homo Sapiens actual.
Parece ser que en torno a un cuatro por ciento de nuestro genes proceden de
los cruces que hubo entre unos y otros. En cualquier caso no por eso podemos decir que el Homo Sapiens provenga del Neandertal
y por tanto es incorrecta la expresión: "Homo Sapiens Neanderthalensis".
Se trata de especies
distintas. No obstante, se sigue estudiando ese flujo genético, y es posible quizá
que hubiese habido más flujo de gener del Sapiens hacia los
Neandertales que de los Neandertales hacia los Sapiens. Pero fuese como
fuese ese intercambio genético nunca superaría seguramente el 5 %. Neandertales y
Sapiens son dos especies que proceden de líneas filogenéticamente
diferentes. El Neandertal procede del Heidelbergensis y éste del
Antecesor y éste del Ergaster. Mientras que el Homo Sapiens procede de otra
línea evolutiva diferente a partir seguramente del Ergaster y la escisión
entre Sapiens y Ergaster se produjo entre hace millón y medio o dos millones
de años. Este es entonces el tiempo que nuestra línea evolutiva lleva
separada de la de los neandertales.
Claro que la pregunta clave sigue siendo la que sigue: si son especies
distintas, ¿cuánto de distintas? ¿Fue posible la
hibridación o el intercambio genético entre las dos especies diferentes cuando se
volvieron a encontrar en Europa después de millones de años de evolución
separada? ¿Habían llegado a ser dos especies
totalmente diferentes en las que no cabía el intercambio genético porque sus cruces serían
inviables? Hemos de ser prudentes porque todavía todo está muy confuso.
Estamos viviendo una época en la que se está dando demasiada importancia a
la genética. Pero resulta que la genética no lo explica todo. Porque de la
anatomía podemos pasar a la genética, pero al revés (¿todavía?) no. Podemos
pasar del todo a la parte, pero no conocemos el mecanismo causal que explique
cómo de una parte, un gen, unos genes, un cromosoma, se forma el todo, es
decir, cómo se produce la morfogénesis. Cómo a partir del
material genético se forman los órganos. Es necesario diferenciar entre un
nivel macromolecular o, podríamos decir, molar, y un nivel molecular, y del primero al segundo
se puede pasar pero no del segundo al primero. Pongamos un ejemplo: si se
sufre la enfermedad de la diabetes es, diría un genetista, porque se tiene un
gen deletéreo que causa dicha enfermedad. Pero se olvida una cuestión
fundamental, a saber, que hemos hecho la correspondencia entre el enfermedad y el gen
porque previamente hemos conocido la enfermedad. Si hemos localizado el gen
de la diabetes es porque antes hemos conocido la diabetes. Pero eso es hacer una
simple correspondencia, no se conoce el mecanismo causal. Pues ocurre lo mismo en
el problema que nos ocupa. La trampa está en pensar que una vez secuenciado
el genoma del neandertal (nivel molecular) ya se pueden reconstruir las
características del propio neandertal (nivel molar) y por tanto se puede
diferenciar del hombre moderno.
En conclusión, seamos prudentes con las nuevas noticias,
la mayoría de ellas gremialistas, que ahora mantienen que sí hubo
hibridación entre neandertales y sapiens. En primer lugar porque no hace
mucho se decía lo contrario. Y en segundo lugar, porque
no somos partidarios de un reduccionismo tan marcado. De la misma manera que
la medicina no se puede reducir a la genética, cuando te partes una pierna
no sería conveniente que te hiciesen un estudio genético sino una
radiografía, así tampoco la paleoantropología se puede reducir a la
paleogenética. La paleoantropología no debe dejarse dirigir por la
genética. Es indudable que la paleogenética ha de traernos muchos nuevos
avances. Cuando hayamos secuenciado todo el
genoma neandertal, cosa que algunos genetistas dudan, podremos saber muchas
cosas, pero no lo podremos saber todo. Podremos saber, sí, qué genes han
tenido mayor presión selectiva en los últimos 500.000 años, pero de ahí a
dilucidar cómo eran de diferentes los neandertales de nosotros o cuánto
tenemos nosotros de neandertales hay un gran trecho. Esto es como encontrar
los fragmentos de un jarrón demasiado deteriorados y querer conocer la forma
de jarrón a partir de ellos. En cualquier caso los últimos estudios
paleogenéticos apuntan a que sí hubo una hibridación, es decir que el homo
sapiens actual, es decir, nosotros, sí tenemos genes que fueron propios o
exclusivos de los neandertales. Pero esta hibridación es muy escasa, no
llega al 4 %. Y esto se demuestra porque ese 4 % no está
presente en las poblaciones de africanos actuales. Eso se puede interpretar
de la siguiente manera. Que la hibridación fue temprana, nada más salir el
hombre actual de África, quizá ya en las zonas caucásicas y que después se
extendió por toda eurasia, por todas las zonas que se extendió el homo
sapiens. Es posible, pero sólo es un conjetura.
¿Por qué se extinguieron? Realmente
no lo sabemos,
pero se barajan varias hipótesis. Se pueden resumir en dos:
-
Por falta de adaptación a un clima tan hostil con hielos perpetuos en media Europa. Los cambios climáticos sobrevenidos por las glaciaciones
produjeron cambios ecológicos que les hacía imposible la supervivencia. No
existen restos de asentamientos neandertales más arriba del paralelo 49, en
Rusia, por ejemplo.
-
También pudieron desaparecer por la presión que supuso la venida del Homo
Sapiens de África que estaba mucho más avanzado y, por tanto, podía competir
con el Neandertal desde una cierta superioridad lingüística, técnica e
intelectual. Lo que no sabemos es si esa competencia supuso una lucha directa
hasta llegar a la extinción, o fue una simple presión ecológica y una
competencia por los recursos.
Estas son las dos hipótesis que más se discuten y desde
las que se pretende dar explicación a la desaparición del hombre de
Neandertal. En cualquier caso, el tiempo que sobrevivió la especie
Neandertal no fue poco, resistió los cambios de un clima hostil
unos 200.000 años, mientras que nosotros, los Sapiens, con un clima
templado, sólo llevamos de 125.000 a 150.000 años. Por eso la primera
hipótesis no parece que explique su desaparición porque si se sostiene que estaban adaptados
al frío, no se puede mantener después que se extinguieron por causas climáticas.
Es
mucho más probable que fuese el Homo Sapiens el que causase directa o
indirectamente su desaparición. El hombre moderno venía con una técnica en
términos más generales más avanzada: el vestido, el fuego, la caza, la industria
lítica, pero también, por qué no, una natalidad más alta, etc. todo
ello explicaría por qué el homo sapiens no se extinguió y sí lo hizo el Neandertal.
Sin embargo, algunos estudios manifiestan que técnicamente su industria
lítica no es inferior a la del Sapiens, no eran menos hábiles que éste,
también dominaban el fuego y el frío no les asustaba. No eran inferiores
para la caza, posiblemente también hablasen. Entonces, ¿qué les falló?
Algunos antropólogos manifiestan que su principal problema era el número.
Eran pocos o procreaban poco, por eso desaparecieron. Y ¿cómo se sabe eso?
Por los últimos estudios de paleogenética,
sabemos que genes de los neandertales tenían menos variaciones que los de
los sapiens, eso quiere decir que eran un grupo más reducido y que los genes
deletéreos (que conllevan enfermedades mortales) se podrían acumular más fácilmente.
|
  
La cultura lítica de los neandertales se la conoce como Musteriense o
Modo Técnico III. Y se caracteriza, como vemos en la
primera imagen de la derecha, por la preparación del núcleo, del que
después con un golpe preciso y atinado se separa una lasca según una figura
o funcionalidad predeterminada de forma anticipada. A este método o forma
de tallar la
piedra se le conoce como Método Levallois e implica cierto grado de
abstracción porque el tallista tiene que anticipar en el núcleo la pieza que
quiere sacar. El musteriense es propio de los neandertales pero también se
han encontrado yacimientos en Israel en los que esta industria se asocia al H.
Sapiens.
Conservamos muchos restos y por eso sabemos que
eran hábiles cazadores y recolectores pero seguramente también carroñeros
oportunistas. Se
servían de una amplia variedad de útiles de piedra. Las herramientas que
utilizaron eran técnicamente más avanzadas que las que utilizaron los Heidelbergensis
los cuales todavía usaban el Modo técnico II o Acheulense. Ahora bien, el
paso de una cultura a otra no está nada claro ni cuándo ocurrió ni cómo se
produjo. La industria achelense desapareció hace 200.000 ó 250.000 años y
empieza a ser sustituida con bastante rapidez por la musteriense. El hacha bifaz empieza a ser sustituido por el núcleo preparado de donde se van
extrayendo las herramientas líticas. Es curioso pero esta nueva industria
lítica no se desarrolló ni avanzó nunca, los Neandertales eran, como vemos,
poco innovadores. El presupuesto para I+D+I es escaso ya desde el
paleolítico.
 
Siempre se ha dicho de los neandertales fueron hábiles cazadores. Es posible
que se llegue a esa conclusión porque nos los imaginamos cazando mamuts,
bisontes y otros animales de la megafauna paleolítica.
Sin embargo, pagaban sin duda un alto precio por ello. Es considerable el número de
fracturas y golpes que han quedado reflejados en sus huesos. Algunos
antropólogos mantienen que es posible incluso que no utilizasen las lanzas
como arma arrojadiza, sino que cazasen con ellas empujándolas directamente
contra el animal o esperando su embestida. Por eso sus lanzas era robustas,
como ellos, porque no estaban destinadas a ser arrojadas, sino a esperar la
embestida del animal lo que conllevaba el peligro de su embestida para el
cazador. Otra hipótesis es que no fabricasen lanzas para arrojarlas porque
su brazo no estuviese adaptado para hacerlo. Es posible que su brazo no
pudiese llevar a cabo el giro necesario para arrojar con fuerza una lanza
desde la distancia.
La industria lítica posterior al Musteriense es el
Auriñaciense (Modo Técnico IV). Esta aparece aproximadamente hace unos
38.000 ó 40.000 años. Pero no en todos los sitios aparece en la misma época.
Porque existen lugares de la Península Ibérica que es sustituida mucho más
tarde, hace unos 28.000 años. Es muy posible que fuese introducida en Europa
por las primeras oleadas de Homo Sapiens que provenientes de África se
extienden por toda Eurasia. A partir de hace 30.000 años el
Musteriense
empieza a disminuir y a ser sustituido por el Auriñaciense. En ciertos sitios
ocurre que el Auriñaciense se solapa con una cultura intermedia conocida
como Chatelperroniense que no se sabe a quien atribuir si al Homo Sapiens, si
al Neandertal. Algunos antropólogos consideran que esta puede ser una
cultura propia de los Neandertales que imitan o copian la cultura Auriñaciense de los Sapiens y logran un resultado intermedio.
Algunos antropólogos insisten en destacar su cultura funeraria presente en varios
yacimientos. Es muy posible, dicen, que los neandertales tuviesen alguna creencia en
la vida del más allá pues tenemos constancia de varios enterramientos de
niños y adultos, algunos en postura fetal y en ocasiones junto a los cuerpos
se han hallados bifaces o herramientas líticas o incluso restos de haberles
echado flores. Es cierto, pero de ahí a pensar que esos enterramientos
tienen un carácter simbólico y que los neandertales creían en un más allá es
demasiado.
Ya otros humanos utilizaron el fuego, los Erectus por
ejemplo, pero fueron los
neandertales los que por primera vez hicieron de él un uso sistemático y
continuo. ¿Cómo si no iban a colonizar y extenderse por tierras tan al
norte y con un clima tan frío? |